El sector empresarial subraya la urgencia de priorizar la sostenibilidad, fiabilidad y calidad en las obras públicas en México. Con la meta de cumplir el noveno Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU para el 2030, que busca desarrollar infraestructuras fiables, sostenibles, resilientes y de calidad, incluyendo las regionales y transfronterizas, para impulsar el desarrollo económico y el bienestar humano, es crucial acelerar el paso.
El nearshoring, que demanda nuevas infraestructuras para apoyar las grandes inversiones prometidas, también se presenta como un desafío importante.
Los candidatos a la Presidencia de la República han manifestado gradualmente en sus discursos de campaña el compromiso de cumplir con los ODS en el sector de la construcción, pero aún no han detallado proyectos concretos que incorporen estos principios desde la etapa de planeación en beneficio de la sociedad.
La industria privada de la construcción, aunque ha mantenido un perfil discreto en el actual sexenio debido a la creciente participación de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en proyectos como nuevos aeropuertos o el Tren Maya, reconoce la necesidad de priorizar el mantenimiento y conservación de las grandes obras en marcha y la infraestructura actual, especialmente las carreteras, con un enfoque ambiental para evitar incrementos en las inversiones requeridas.
Luis Méndez Jaled, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), enfatiza la urgencia de desarrollar polos de desarrollo verdes en diversas regiones del país, donde cada obra genere y estimule economías locales. Destaca la importancia de proyectos como el Tren Maya, los nuevos aeropuertos y el tren transístmico, así como la necesidad imperante de abastecer de agua a todos los sectores, especialmente ante una sequía pronosticada.
En cuanto a la inversión privada, se reconoce como un complemento indispensable ante la baja inversión pública en infraestructura, que en 2023 representó solo el 2.9% del PIB, mientras que la CMIC estima que debería ser al menos del 6%. Guadalupe Phillips, directora general de ICA, una firma destacada en obras gubernamentales, subraya la importancia de la inversión público-privada para el desarrollo de infraestructura y la necesidad de asumir riesgos calculados para generar proyectos rentables.
La necesidad de energía suficiente para las empresas e inversiones, así como la garantía de suficiencia hídrica, son retos que también se deben abordar para aprovechar al máximo las oportunidades del nearshoring.
El sector ferroviario se presenta como una opción clave para mejorar la infraestructura de transporte en el país, con la posibilidad de conectar puertos, terminales internas, corredores seguros y fronteras. Oscar Del Cueto, presidente de la Asociación Mexicana de Ferrocarriles (AMF), destaca la importancia de aprovechar el ferrocarril para movilizar más carga en largas distancias y en la última milla, y señala la necesidad de extender las inversiones en concesiones para mejorar la conectividad del país y reducir los costos logísticos.