Las certificaciones de construcción sostenible desempeñan un papel esencial en la lucha contra el cambio climático, estableciendo criterios sólidos para impulsar prácticas ecológicamente responsables en la industria de la construcción. No solo garantizan la visibilidad pública y supervisan el rendimiento, asegurando el cumplimiento de regulaciones, sino que también fomentan la reducción del impacto ambiental y recompensan a los edificios que cumplen con rigurosos estándares de sostenibilidad. Al elevar los niveles de excelencia en proyectos y construcciones, estas certificaciones influyen en la evolución de los códigos de construcción, la formación de profesionales y las estrategias corporativas.
El movimiento hacia edificios eficientes tiene sus raíces en Alemania, donde el Passivhaus Institute formalizó estos principios en 1996. Este enfoque busca crear espacios habitables que requieran una cantidad mínima de energía externa para regular su temperatura, haciéndolos altamente sostenibles y económicamente viables a largo plazo. Elementos clave, como un aislamiento de alta calidad, una envoltura hermética, ventanas de alto rendimiento y sistemas de ventilación eficientes, se combinan para lograr este equilibrio en una variedad de edificios, desde casas unifamiliares hasta rascacielos.
Existen diversas certificaciones en todo el mundo, como LEED y WELL, pero Phius (Passive House Institute US) se destaca al integrar principios de construcción eficiente con optimización de costos y consideraciones climáticas específicas. Lisa White, directora asociada de Phius, destaca la importancia de diseñar edificios que reduzcan los requisitos de energía desde el principio, allanando el camino hacia la energía cero y logrando un ahorro significativo de energía con costos iniciales mínimos adicionales.
En comparación con otras certificaciones, Phius introduce medidas específicas para edificios eficientes, como garantizar la estanqueidad al aire y el confort térmico. Su énfasis en diseñar desde el principio para reducir los requisitos de energía coloca a sus proyectos en una senda para ahorrar entre un 40% y un 60% más de energía en comparación con edificios convencionales. Además, prioriza la resiliencia, asegurando que estas estructuras mantengan temperaturas internas confortables incluso en situaciones de cortes de energía y eventos climáticos extremos.
Los cinco principios primarios de la construcción eficiente, según White, incluyen el uso de aislamiento continuo, una envolvente hermética al aire, ventanas de alto rendimiento, ventilación con recuperación de calor y humedad equilibrada, y minimizar el sistema de acondicionamiento del espacio debido a cargas de acondicionamiento más bajas.
El enfoque de Phius evita el exceso en el uso de materiales y costos innecesarios, haciendo que sus estándares sean eficaces en términos de energía, presupuesto y uso de materiales. La Guía de Certificación Phius y la Biblioteca de Recursos Phius son recursos valiosos para constructores y arquitectos que buscan certificación, proporcionando información crucial y recursos complementarios.
La historia de la Forever House, un proyecto de renovación en Nueva York, ejemplifica la aplicación exitosa de los principios de Phius. La arquitecta Christina Griffin transformó una casa de campo de 1905 en un prototipo de vivienda eficiente en energía y libre de combustibles fósiles, demostrando la viabilidad de una vida sostenible a través del diseño.
Phius no solo verifica edificios después de su finalización, sino que también se involucra con los equipos de diseño durante la fase de diseño para guiarlos hacia la certificación. Esta práctica colaborativa asegura una comprensión profunda de los principios de diseño eficiente en energía a lo largo de todo el proceso de entrega del edificio.
En resumen, la construcción eficiente, representada por certificaciones como Phius, desempeña un papel crucial en la descarbonización de la arquitectura, estableciendo estándares rigurosos para la sostenibilidad y la eficiencia energética en la industria de la construcción. Su enfoque integral no solo beneficia al medio ambiente, sino que también promueve edificios cómodos, saludables y resilientes.